Detrás de los tubos de la fachada, el órgano del Santuario María Auxiliadora tiene unos 1.200 más, de diversos tamaños, confeccionados en madera y metal. Desde debajo de la consola -donde se encuentran los dos teclados, la pedalera y las teclas de registro- surgen unos 500 cañitos de plomo que conducen el aire por varios metros hasta esos tubos.
